martes, 17 de septiembre de 2013
Las hermosas playas y lagunas de Miches
El pueblo de Miches fue fundado a principios del siglo XIX por los pobladores de Sabana de La Mar, quienes iban reconociendo aquella costa, olvidada desde tiempos de los taínos, en su afán de encontrar lugares donde abrigar sus embarcaciones de pesca y establecer plantaciones de café.
El primer nombre que tuvo fue El Jovero y pronto se convirtió en un lugar muy poblado pues se descubrieron yacimientos de oro en su entorno.
Actualmente, el tesoro que alberga Miches no es el metal amarillo, sino la belleza de su costa, jalonada de playas y humedales, entre las que destacan la playa Esmeralda y las lagunas Redonda y Limón.
La playa Esmeralda se encuentra entre Miches y la laguna Redonda, siendo una de las más hermosas y extensas de la costa Este del país.
Tras las arenas blancas hay viejos caminos que bordean los humedales que la flanquean, donde pasear a caballo es una actividad frecuente y muy recomendable pues la frescura aportada por la vegetación y la brisa del mar hacen de estos paseos algo extremadamente agradable.
Recorriendo el camino que se encuentra tras la playa se llega a la desembocadura del caño Prieto, un humedal rodeado de manglares que comunica el mar con la laguna Redonda.
Este caño se puede recorrer en canoa o en cualquier embarcación que los pescadores de la zona puedan poner a disposición.
Los manglares se encuentran habitados por multitud de aves acuáticas, entre las que destacan las garzas reales y las águilas pescadoras.
En la laguna existe una recoleta playita donde los pescadores guarecen sus cayucos, de la misma manera que lo hacían con sus canoas los antiguos pobladores prehispánicos del lugar, cuando volvían de pescar de la laguna o de aventurarse en el mar azul y limpio que se encuentra al final del caño Prieto.
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